domingo, 23 de enero de 2011

DE VISITA EN EL PROSTÍBULO

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Antes no me llamaba la atención ir a los prostíbulos, simplemente no me gustaba la idea de pagar por sexo; a mis 25 años puedo decir que nunca pagué por sexo. Pagué el hotel, las chelas, los condones, el papel higiénico, los cigarros etc. Pero jamás por el acto.

La semana pasada amigo que veía, amigo que le decía para ir al prostíbulo (roche si voy sólo).

Su nombre es Cecilia, su alias es la charapova. Adjetivo incrustado por Fredo por ser ella de Iquitos. Una vez bailó para mí cámara, aún conservo el vídeo en la casa del cumpare.

Recuerdo que no hace mucho la invité a salir, "vamos al Euro" dije. Ella trabajaba en un lugar muy concurrido por jóvenes periodistas por la catedral de Tacna, atendía en un cortísimo short, usaba lentes de contacto y era (es) muy atractiva. Cecilia presionaba sus labios, me hacía ojitos y me miraba con deseo, me amaba (jajaja) y quería que le compre cervezas.

¡¡MIGUEL!! ¡¡MORI!! ¡¡CHOLA!!

¡¡LA VI LA VI!!

¡¡NO SABES, NO SABES!!

"Cecila la charapova está en el prostíbulo y se acordó de ti, yo no me acordé de ella, pero me dijo tu nombre y no me quiso atender"

Algo así me dijo Fredo entusiasmado. Quiero ir a visitar a mi amiga, y también quiero ir otra vez al prostíbulo, desearle lo mejor, darle ánimos a que siga adelante con sus proyectos y de pasada preguntarle si quiere salir conmigo.

Quisiera conversar largo y tendido con ella, pero en horario de trabajo no creo que se pueda, y si se puede me costaría caro. Fredo acaba de aceptar mi propuesta de ir al prostíbulo y me dice que iremos a las "Cucardas" quiere ir el viernes, otro amigo me dice mejor que vayamos el sábado porque hay show en vivo. No sé qué haré. Sólo espero ver a Cecilia bella como siempre.

Los viernes, sábados y parte de los domingos siento que fallo a mi hijo. El me dice que no debo tomar cerveza y no quiere que esté mareado. Nuevamente me siento perdido , lo cual está bien creo. Ya no tengo tanto miedo como antes. Las decepciones ya no duelen tanto, Pensé que las cosas serán diferentes, pero no. Todo es igual, he vuelto a ser el de antes "una polla vagabunda". Pero ahora me siento tranquilo y contento de ello.

Ahora me acepto y creo que estoy madurando y eso me empieza a preocupar. Me sorprendo de mi mismo. El truco está en sufrir, pero sólo al comienzo, luego todo pasa; increíblemente pasa. Y ahora más rápido que antes.

Estoy feliz porque veré a Cecilia. Y ahora me voy a comer un sanguchito, besar a mi hijo y a dormir.